Sáchica,
el pueblo que se convierte en escenario
Por:
Carlos Mauricio Sánchez
Durante Semana Santa, en este pueblo de Boyacá alrededor de cien actores naturales se reúnen para representar la vida y muerte de Jesús. Gracias a los habitantes de este municipio, el pueblo se convierte en un escenario al aire libre para el disfrute de visitantes y locales.
Sáchica es un pueblo del departamento de Boyacá, ubicado a una hora de su capital, Tunja. Sus habitantes se dedican en su mayoría a la agricultura, que incluye la siembra de arveja, fríjol, cebolla, papa, duraznos y arándanos. Otros se dedican al transporte, al comercio, a la construcción o a prestar servicios turísticos, una actividad que va en crecimiento gracias a su cercanía con Villa de Leyva (a solo 15 minutos).
Sin embargo, durante Semana Santa los habitantes de Sáchica dejan sus labores de lado para representar la vida y muerte de Jesús en una gran obra de teatro al aire libre que tiene lugar los miércoles, jueves y viernes santos. De este modo, cerca de cien voluntarios actúan en esta apuesta teatral, con diversas partes del pueblo y sus alrededores como gran escenario.
En 2025 esta tradición cumplió 66 años desde que Gabriel María Sierra, habitante de Sáchica, impulsó este proyecto. Desde entonces, los sachiquenses se han apropiado de la obra y participan como voluntarios en este proyecto comunitario. La mayoría inició desde niños en el colegio y su participación ha continuado a través de los años como una manera de contribuir a las tradiciones y al arraigo cultural y religioso del municipio.
“Empecé a participar desde pequeño como el niño Jesús y también actué como Herodes, además de representar a algún apóstol y a Pilatos”, dice Iván Cuadrado, quien asume el rol de Cristo por tercera vez este año y se describe a sí mismo como cien por ciento sachiquense.
“Empecé a participar desde pequeño como el niño Jesús y también actué como Herodes, además de representar a algún apóstol y a Pilatos”.
“por el amor que le tenemos al pueblo”
A él se suman vecinos como José Manuel Rubio, conductor que trabaja para empresas de transporte y que este año interpretó al sumo sacerdote Benjamín, uno de los tantos roles que ha interpretado en los últimos 18 años. O Natalia Medina, quien ha actuado como Verónica por 10 años y cuya vinculación a este proyecto religioso y cultural se remonta desde sus días de colegio “por el amor que le tenemos al pueblo”, como ella misma explica.
La obra, además de ser un atractivo turístico que activa la economía del pueblo durante la Semana Mayor, es un punto de encuentro para la comunidad al estrechar sus lazos comunitarios y mantener vivas sus creencias religiosas.
Sin embargo, llevar a cabo esta obra no es nada fácil. La representación en escenarios naturales y a cielo abierto es todo un desafío logístico, pues recorren varios lugares del pueblo acompañados por un camión que transporta los equipos de sonido y video que permiten transmitir en vivo a través del canal de YouTube de la Alcaldía.
La representación inicia en las orillas del río Sáchica, que cumple el rol de las aguas del río Jordán en Tierra Santa, donde Jesús fue bautizado por san Juan Bautista. Luego, el montaje de la obra sigue la última oración de Jesús, en el huerto de Olivos de Getsemaní que, en este caso, se escenifica entre los árboles de olivo de la plaza principal de Sáchica.
“Estos olivos fueron plantados hace más de 500 años por los colonizadores españoles”
Dice Iván sin ocultar su orgullo por su pueblo y por esta curiosidad poco conocida por el público general.
Finalmente, alrededor de doscientas personas, entre actores, trabajadores logísticos y público, atraviesan el pueblo por sus calles mientras Jesús carga la cruz hasta el cerro tutelar de Sáchica el cual, durante estos días santos, representa el monte Gólgota (el cual según el relato bíblico fue el lugar donde se llevó a cabo la crucifixión).
Gracias a la experiencia ganada durante años y a las largas horas de ensayo, cada día la obra sale sin contratiempos. Este esmero por representar las historias durante la Semana Santa le ha valido a Sáchica el título de ‘La Jerusalén de Colombia’, una joya más que se suma a los destinos del turismo religioso que tiene el País de la Belleza.