FICCI 64

Cartagena se vistió de cine


Por:
Carlos Mauricio Sánchez


Del 1 al 6 de abril se llevó a cabo el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI).

Este evento, además de impulsar la industria audiovisual de Colombia, dinamiza el turismo en la ciudad y la convierte en un epicentro de la cultural a nivel nacional e internacional. 


Durante la primera semana de abril se realizó la edición 64 del Festival FICCI, el más antiguo de Latinoamérica. Este evento se ha convertido en un referente mundial y en una visita obligada para directores, productores, escritores, guionistas, actores y demás personas que hacen del séptimo arte una realidad capaz de emocionar a sus espectadores. 

De este modo, durante los días del Festival los habitantes, los turistas nacionales y los visitantes extranjeros disfrutaron de la proyección gratuita de más de 200 películas de cine independiente y de autor. La selección estuvo a cargo de un equipo de curadores que seleccionaron cintas capaces invitar a las personas a reflexionar y a cuestionarse. 

El FICCI, promotor del turismo de Cartagena 


En 1959, el empresario, periodista y cineasta cartagenero Víctor Nieto, con un grupo de personalidades de la ciudad, pensó que era posible crear un evento que convirtiera a la ciudad en una parada obligatoria en materia de cine. Hoy, 64 años después, los resultados demuestran que fue un visionario: este año el Festival tuvo alrededor de 4.000 visitantes entre nacionales y extranjeros. 

“De estos participantes, su promedio de estadía ha sido de seis noches, un número más alto que el de los visitantes a la ciudad que buscan descanso de sol y playa, quienes se quedan solo tres”, dice Margarita Díaz, directora del FICCI. 

Gracias a un estudio que el Festival hizo junto a la Cámara de Comercio de Cartagena, es posible saber que en 2024 el evento le generó a la ciudad ingresos por alrededor de $40 mil millones de pesos. “Esto se concentra principalmente en el sector hotelero y gastronómico, pero una parte grande también va a la industria de servicios profesionales por la cantidad de eventos que se hacen y que son intensivos en mano de obra, lo cual genera empleo”, comenta Díaz. 



El FICCI y su aporte a la industria cinematográfica del país  

Uno de los grandes protagonistas del Festival es, por supuesto, el cine colombiano que en Cartagena ha encontrado un lugar desde el cual catapultarse hacia el resto de Latinoamérica y continentes. Esta relación no es unilateral, ya que el FICCI es un referente para los otros países de la región y el mundo. 

Este Festival ha consolidado espacios y programas para incubar y apoyar proyectos cinematográficos, como Nido & Agora, Wips & Labs, Matchmaking, Pitch, Laboratorio de Ópera Prima así como otros espacios y estrategias para facilitar y promover negocios de la industria cinematográfica.  

Según la directora del Festival, estas iniciativas se han convertido en importantes plataformas para que los proyectos cinematográficos tomen forma y puedan producirse.

“Un ejemplo de esto es Alma del desierto, el documental con el que inauguramos este año y que es hijo del FICCI. Éste inició como un corto que participó en el programa ‘Work in progress’ para luego convertirse en un largometraje que llegó al Festival de Cine Venecia.

Allí, fue galardonado con el ‘Lion Queer’, un premio otorgado a las películas de temática de diversidad sexual”, explica Díaz.   


El Festival también llega

a los barrios 


Desde hace más de 20 años, una parte importante del Festival es el programa ‘Cine en los Barrios’, el cual proyecta películas en espacios no convencionales como parques, playas y otros lugares de la ciudad. Esta iniciativa, además, se enfoca principalmente en las zonas periféricas de Cartagena y en sus habitantes, muchos de ellos víctimas del desplazamiento a causa del conflicto armado. 

 “Al inicio, este programa no era más que una película proyectada en una tela en espacios públicos. Sin embargo, ha evolucionado y hoy llevamos mejores pantallas y equipos de sonido para hacer proyecciones masivas de cine”, cuenta Margarita Díaz.

En el barrio Nelson Mandela los habitantes tuvieron la oportunidad de conversar con la mexicana Manuela Espitia, quien dirigió la cinta Monstruo de Xibalba: una reflexión sobre la muerte a través del personaje de Rogelio, un niño de ocho años de Yucatán, que se cruza con un viejo ermitaño que hizo un trato con los señores del inframundo para seguir entre los vivos. Además, los asistentes pudieron ver la cinta y hacerle preguntas a su realizadora al final de la función. 

Este año, las funciones cinematográficas fueron en las comunidades de Tierra Bomba, Nelson Mandela, Chambacú, Santillana, Nuevo Paraíso, Torices y Pasacaballos. Allí, sus habitantes pudieron disfrutar gratuitamente de películas y cortometrajes nacionales e internacionales, además de cintas infantiles y juveniles con las que el FICCI quiere incentivar el amor por el cine entre los más pequeños y jóvenes.


Cartagena, capital cultural 

EL FICCI se suma a otros eventos culturales de talla internacional que alberga Cartagena, como el Hay Festival, el Festival de Música, el Festival Voces del Jazz y del Caribe y muchos otros más. Su arquitectura colonial, sus playas y su cultura vibrante la convierten en un escenario inmejorable para todos aquellos que busquen arte, historia y ocio; y el FICCI ha ayudado a consolidar esta reputación al ser parte integral del calendario de eventos de una ciudad que es tanto de Colombia como para el mundo.  

La edición 64 del FICCI demostró que Cartagena no es únicamente un destino de sol y playa, sino también un epicentro y referente del turismo cultural de talla latinoamericana y mundial. Su enfoque diverso y la calidad de las cintas proyectadas, junto a la oferta turística de la ciudad, lo convierten en uno de los tantos atractivos que hacen irresistible a ‘La Heroica’ a ojos de los visitantes.