PUERTO NARIÑO

Por:
Diana González 

Audiovisual:
Laura Arboleda
 & Unidad Creativa

El guardián de las tradiciones de Puerto Nariño, en la Amazonía 

Puerto Nariño es un rincón mágico que se asoma a la vera del esplendoroso río Amazonas. Un lugar conocido no solo por su biodiversidad y por ser el primer destino turístico sostenible en el País de la Belleza desde 2012, sino por la rica herencia cultural de sus pueblos indígenas.

"Yo he nacido aquí en Puerto Nariño, pero he tenido una vida muy nómada",

cuenta Oximar con una sonrisa que refleja la calidez de este territorio. 

Desde las orillas del lago Tarapoto, donde los atardeceres pintan el cielo con matices de oro y magenta, hasta las expediciones en busca de delfines rosados, hay un mundo vibrante esperando a ser explorado en Puerto Nariño. 

LAGO TARAPOTO

El lago Tarapoto es un atractivo turístico por excelencia y Oximar resalta cómo su belleza natural se complementa con la sabiduría de su gente: "la comunidad indígena Tikuna es rica en historia y conocimiento. Aquí, podemos aprender sobre la medicina tradicional basada en plantas, raíces y hojas, en lugar de depender siempre de los medicamentos occidentales". La tradición de acudir a los chamanes, figuras veneradas en su cultura, es un hilo conductor en la vida de su comunidad. 


LAGO
DELFINES

La riqueza cultural de Puerto Nariño no se limita a su naturaleza y gastronomía. Oximar invita a los turistas a conocer las comunidades indígenas que rodean el municipio. La comunidad 20 de julio, famosa por sus artesanías naturales, es solo un ejemplo del arte que los Tikunas y otras etnias comparten con el mundo. "Es importante apoyar a los verdaderos artesanos," dice Oximar, consciente de que cada compra ayuda a mantener viva la cultura. 

Los senderos de la selva amazónica ofrecen aventuras y encuentros con especies únicas. "La experiencia de ver un perezoso o escuchar el canto del cucú es algo que queda grabado en la memoria," comenta Oximar con entusiasmo. En su voz se siente la conexión profunda que tiene con la tierra, sus ríos y sus habitantes. 

Oximar destaca también cómo el ecoturismo ha comenzado a florecer en Puerto Nariño. "Contamos con cabañas y pequeños hoteles ecológicos que se han construido respetando el ecosistema," explica. La gastronomía local, que ofrece platillos como la famosa patarashca, un pescado envuelto en hoja de plátano y sazonado con ingredientes del Amazonas, es un deleite que atrapa a cada visitante.  

"La patarashca era tradicionalmente preparada con ingredientes naturales,
y eso es parte de nuestra identidad," añade, mientras el aroma de las brasas evoca los sabores de su infancia e invita a los turistas a disfrutar de este manjar propio del territorio. 

Mientras el sol se oculta, el cielo se pinta de color naranja y rosado que evoca a los delfines que pasean por su río, al tiempo que las estrellas empiezan a brillar en el cielo,  Oximar López y su comunidad siguen siendo un faro de esperanza y conocimiento en Puerto Nariño. Su vida y su pasión por el territorio son un recordatorio de que cada rincón del mundo tiene historias que contar y cada persona tiene el poder de preservar su legado. Puerto Nariño, con su belleza e historia, sigue siendo un refugio para quienes buscan entenderse a sí mismos a través de la naturaleza y la cultura.  

En cada rayo de sol que se refleja en el lago Tarapoto, la vibrante comunidad renace, como el eco de sus tradiciones, siempre presente en el corazón de su gente.