Con orgullo y sin miedo:
el turismo LGBTIQ+ también construye El País de la Belleza
Por Alejandro Gómez,
Director de Comunicaciones Fontur
En Colombia, la belleza no es solo paisaje. Es también dignidad, diversidad y respeto.
Es la posibilidad de recorrer el país sin esconder quién eres, sin temer cómo te miran y sin pedir permiso para amar, expresarte y disfrutar.
Eso es lo que revela, con datos y con contundencia, la primera encuesta nacional de turismo LGBTIQ+ en Colombia, una iniciativa de la Cámara de la Diversidad, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur, que nos permite entender cómo viaja esta población, qué espera del sector y qué tanto estamos —o no— preparados para responder a esa realidad.
En el marco del Gobierno del Cambio, esta apuesta es un hito. Porque no hay transformación real sin inclusión. Y no se puede hablar de turismo sostenible si este no permite que todas las personas se sientan bienvenidas, protegidas y visibilizadas.
Un país diverso que se mueve

Fotografia: cortesía, familia Contreras Cuevas.

PH: Cortesía: Familia Contreras Cuevas.

PH: Cortesía: Familia Contreras Cuevas.
la comunidad No busca privilegios, ni tratos diferenciados. Quiere lo que toda persona espera: poder disfrutar con tranquilidad.
Colombia ha sido testigo de una transformación profunda gracias a las luchas sostenidas de la población LGBTIQ+, que han permitido conquistar derechos antes impensables. Hoy, las personas LGBTIQ+ en el país pueden contraer matrimonio, adoptar, cambiar su identidad legal, acceder a servicios de salud sin discriminación y ejercer su ciudadanía con mayor visibilidad y respaldo jurídico.
Estos avances no han sido gratuitos. Son el resultado de décadas de resistencia, organización y valentía por parte de quienes, desde diferentes territorios y contextos, han exigido vivir con dignidad. Ese mismo espíritu de lucha también se manifiesta en el turismo: al elegir destinos donde cualquier persona pueda ser respetada, acogida y reconocida.
La población LGBTIQ+ está reclamando su derecho al disfrute, al descanso y a la movilidad sin miedo. No busca privilegios, ni tratos diferenciados. Quiere lo que toda persona espera: poder disfrutar con tranquilidad. Es por esto que el 73% de quienes respondieron esta encuesta afirman que la seguridad y el respeto son su principal criterio para escoger un destino turístico.
Fotografia: cortesía, Familia Sin Parra.
Por otro lado, en sus viajes, priorizan experiencias culturales, destinos de naturaleza, lugares donde su identidad no sea un obstáculo y donde los servicios turísticos estén preparados para acogerles sin prejuicios ni estereotipos.
En este sentido, el turismo LGBTIQ+ representa una gran oportunidad para dinamizar economías locales, diversificar la oferta y fortalecer nuestra reputación internacional como destino responsable y seguro.
Ciudades como Bogotá, Medellín, Cartagena, Santa Marta y Cali ya encabezan las preferencias, pero también emergen nuevos destinos con enorme potencial: San Andrés, Neiva, Villavicencio, Pereira, entre otros.
Los resultados, además, nos dicen que las personas LGBTIQ+ viajan en pareja, en familia, solos o con amigos. Hacen reservas en línea, usan medios electrónicos de pago, se informan en redes sociales y valoran profundamente el trato respetuoso.
La encuesta muestra algo fundamental: no existe una sola forma de ser y viajar dentro de la población LGBTIQ+. Las mujeres lesbianas y bisexuales, los hombres gay y bisexuales, las personas trans, queer y no binarias tienen dinámicas diferentes, pero comparten una expectativa común: ser bien tratadas.
Fontur y el Ministerio: con hechos, no con discursos
Desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, bajo el liderazgo de la ministra Cielo Rusinque, y con la operación técnica de Fontur, hemos asumido este reto con responsabilidad.
Este diagnóstico no es un documento más. Es una herramienta de política pública, que servirá para formar prestadores, impulsar certificaciones de espacios seguros, apoyar eventos culturales, crear productos turísticos incluyentes y posicionar a Colombia como lo que es: un país bello por su gente y por su diversidad.
Queremos que el País de la Belleza sea también el país de la libertad, de la empatía, del orgullo sin miedo. Y que la inclusión no sea un esfuerzo de un mes, sino un compromiso permanente.
En el Gobierno del Cambio creemos que la belleza no puede ser excluyente. No se puede hablar de desarrollo si se deja atrás a una parte de la población. Por eso esta apuesta por el turismo LGBTIQ+ es, también, una apuesta por la democracia, por la equidad y por los derechos humanos.
Hoy, más que nunca, Colombia tiene la oportunidad de liderar en la región una nueva forma de hacer turismo: con conciencia, con autenticidad y con orgullo. Porque en este país, la belleza es diversa. Y nadie debería empacar su identidad para poder viajar.