Festival
de Jazz
de Mompox:

el río que
lleva la música

Por:
Mauricio Sánchez

Audiovisual:
Unidad Creativa -
Mauricio Sánchez

Diseñadora:
M. Camila Pacheco R.

Entre el 17 y el 20 de septiembre se vivió en Mompox el Festijazz 2025, un evento que reunió a 670 artistas en este Pueblo Patrimonio que está ubicado a orillas del río Magdalena. Durante los cuatro días del Festival, el municipio recibió a aproximadamente 40.000 visitantes que dinamizaron la economía local y ocuparon en su totalidad su capacidad hotelera.  

Lo que inició en el año 2012 como un modesto festival de música en un rincón del departamento de Bolívar, se ha convertido hoy en uno de los encuentros musicales de mayor importancia en Colombia. Es tal su relevancia, que hoy el Festijazz hace parte del ‘circuito de jazz’, que incluye Jazz al Parque (Bogotá), Medillaz (Medellín), Pastojazz (Pasto) y Colombo es Jazz (Manizales), entre otros.  

Durante los días del Festival, artistas plásticos, músicos y bailarines brillaron tanto en la tarima como en las calles de Mompox. Desde el escenario principal en el Parque del Jazz hasta las muestras de ‘Street Jazz’, locales y visitantes recorrieron con música de fondo su arquitectura colonial, como si la vida tuviera una banda sonora.  

La escenografía perfecta para un festival musical 

“Es un gran acierto traer este evento a un espacio tan escenográfico y bello como Mompox”, dice Óscar Acevedo, profesor de música de la Universidad de los Andes, quien ha participado en todas las ediciones del Festijazz con su cuarteto, además de colaborar en la agenda académica. 

“El jazz es una manifestación cultural que habla de la cultura del río. Tanto en el Misisipi en Estados Unidos, como con los pueblos del Magdalena, fueron los que permitieron que circule la música río arriba y río abajo”, explica Acevedo. Además, señala que por estos afluentes llegaron, de manera paralela, las modas musicales que se vivían en el mundo y que influyeron los ritmos autóctonos de las músicas colombianas.  

El jazz es una manifestación cultural que habla de la cultura del río. Tanto en el Misisipi en Estados Unidos, como con los pueblos del Magdalena, fueron los que permitieron que circule la música río arriba y río abajo”,

explica Acevedo. Además, señala que por estos afluentes llegaron, de manera paralela, las modas musicales que se vivían en el mundo y que influyeron los ritmos autóctonos de las músicas colombianas.  

Por ejemplo, por el río Magdalena llegó la tendencia de las ‘Big Bands’ en los años 20 del siglo pasado, un fenómeno que influyó en Luis Eduardo ‘Lucho’ Bermúdez para crear su banda de cumbia y porro. Esta conexión paralela de los ríos Misisipi y Magdalena ha sido celebrada por artistas colombianos como Carlos Vives, quien en su canción ‘El rock de mi pueblo’ cuenta:  

Carlos Vives - El rock de mi pueblo

La versión número 11 del Festijazz coincidió, además, con los 30 años de la declaratoria de Mompox como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este pueblo, construido en una isla del río Magdalena, en algún momento fue el puerto más importante del país, por el cual transitaba toda la mercancía que llegaba del resto del mundo hacia el interior de Colombia gracias al transporte fluvial. 

Su importancia se refleja en sus imponentes casas coloniales, que pertenecieron a las familias más pudientes que se encargaban de gobernar y de manejar el comercio. Sin embargo, con el auge de otros puertos, como el de Cartagena o Barranquilla, Mompox fue perdiendo importancia en la geografía nacional.  

Sus casas, haciendas, calles e iglesias quedaron conservadas durante siglos hasta el día de hoy. Gracias a un esfuerzo de varias décadas, el turismo cultural y la inclusión en la Red de Pueblos Patrimonio del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo han permitido que haya un renacimiento momposino. 

¿Por qué vallenato y champeta en un festival de Jazz? 

La cartelera del Festival de Jazz de Mompox de este año incluyó a artistas como Jessi Uribe, Tony Dize, Mike Bahía, Gusi, Chabuco, Rafa Pérez, Cabas, Criss y Ronny, Elder Dayán, Jader Tremendo, entre otros. Muchas personas se preguntan por qué si es un festival de Jazz participan artistas de géneros musicales populares como el vallenato, la salsa, la música popular y el pop.   

“El Jazz no es un género musical, es una filosofía, que te permite experimentar y mezclar ritmos y géneros con plena libertad”, dice Carlos Fontalvo, músico de la Universidad de Bellas Artes de Bolívar y parte de la agrupación Lake Avenue, la cual conforma con Daniela Jirado, su pareja. 

Agrupación Lake avenue - Cartagena

La cartelera del Festival de Jazz de Mompox de este año incluyó a artistas como Jessi Uribe, Tony Dize, Mike Bahía, Gusi, Chabuco, Rafa Pérez, Cabas, Criss y Ronny, Elder Dayán, Jader Tremendo, entre otros. Muchas personas se preguntan por qué si es un festival de Jazz participan artistas de géneros musicales populares como el vallenato, la salsa, la música popular y el pop.  

“El Jazz no es un género musical, es una filosofía, que te permite experimentar y mezclar ritmos y géneros con plena libertad”, dice Carlos Fontalvo, músico de la Universidad de Bellas Artes de Bolívar y parte de la agrupación Lake Avenue, la cual conforma con Daniela Jirado, su pareja.  

“El jazz es una manifestación de libertad del pueblo, la libertad de crear”,
complementa Daniela. Los dos, acompañados del piano y la flauta traversa, hicieron parte de los músicos de la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar (UNIBAC) que realizaron muestras de ‘Street Jazz’ en las calles de Mompox.  

Además, Carlos también fue uno de los músicos que se subió a la tarima principal del Parque del Jazz como miembro de la orquesta Jazz and Jam. Junto a sus compañeros, les demostró a los 15.000 asistentes que el jazz no es un género que se limita por las reglas, sino que la experimentación hace parte de su ADN. Con su flauta traversa hizo solos ad libitum con sonidos poco ortodoxos, como si se tratara de un solo improvisado de guitarra eléctrica.  

Orquesta Jazz and Jam

Entre el repertorio de Jazz and Jam estuvo una versión de Uptown Funk, de Bruno Mars, cantada a cuatro poderosas voces. Esta fue una asimilación de la canción con una descarga de ritmos afrocolombianos con vientos y percusión caribeña en el coro. Una muestra musical de que la experimentación puede hacer vibrar al público.     

Gracias al Festijazz, tanto los músicos como las audiencias tienen la posibilidad de disfrutar de la creatividad que surge de la experimentación y la mezcla ecléctica de ritmos y armonías. En opinión del maestro Acevedo: “Con este Festival tenemos un espacio para tener contacto con otras culturas musicales, nos acerca al mundo a través de un diálogo y nos permite encontrar a nivel cultural las relaciones que tenemos con el resto del planeta”.  

Además, opina que en Colombia confluyen distintas músicas, “porque aquí hay salsa, reguetón, música tropical, campesina; el jazz es una sombrilla amplia donde caben todas estas manifestaciones”. 

Maestro Óscar Acevedo

El Festival de Jazz de Mompox 2025 ratificó que la música es un puente entre culturas y generaciones. Además, demostró que este Pueblo Patrimonio, con su historia, arquitectura y encanto a orillas del Magdalena, es un escenario privilegiado para la experimentación artística y la diversidad de sonidos.  

Siguiente Artículo