Timbiquí:

la vida del río 

Por:
Carlos Mauricio Sánchez

Audiovisual:
Laura Arboleda & Unidad creativa

En Timbiquí, el río lo es todo. Es el hilo que conecta la cabecera municipal con los 21 corregimientos que se extienden a lo largo de los afluentes Timbiquí, Saija y Bubuey. Es la fuente primaria de sustento de sus habitantes, quienes dependen de sus aguas para pescar, recolectar piangua y camarones. 

Pero el río no solo alimenta; también ha sido testigo de historias de oro, de aquellos que durante siglos han extraído sus riquezas de sus aguas, de la minería artesanal e industrial, y de los ecos de un conflicto armado que aún resuenan en la memoria colectiva. A pesar de tanto uso, abuso y dolor, el río sigue renovándose, ofreciendo sus frutos a las comunidades afro e indígenas que lo han convertido en su hogar. 

Gracias a su generosidad, las comunidades continúan viviendo de la pesca y la agricultura. Esta tierra fértil, que se encuentra entre los lugares más lluviosos del planeta, permite que la región se recicle una y otra vez, como si el río mismo la regenerara. 

El camino hacia nuevas alternativas 

Sin embargo, la minería ha dejado de ser lo que era, y los ríos han perdido su oro. Hoy, las comunidades de Timbiquí y el Cauca buscan nuevas alternativas económicas que les permitan vivir en paz en sus territorios. 

En este contexto, los habitantes del corregimiento timbiquireño de San Miguel están explorando cómo convertir sus recursos naturales en atractivos ecoturísticos. Esta es una oportunidad única, apoyada por el gobierno, que está trabajando con comunidades del Pacífico que nunca antes habían recibido inversiones para fomentar el turismo. Así, la riqueza natural de la región se convierte en un motor para el futuro. 

Música para los oídos del mundo 

Timbiquí, como un faro cultural, ha comenzado a resonar en el mundo. La agrupación Herencia de Timbiquí, nacida en Cali pero con raíces profundas en este municipio, ha rescatado y renovado los sonidos tradicionales del Pacífico colombiano. Al combinar los instrumentos autóctonos con guitarras eléctricas, bajos y toques de rock, pop y funk, su música ha revivido la esencia del litoral y la ha llevado a oídos de todo el mundo.

Herencia es ahora un referente internacional. Han tocado en el prestigioso Festival de Jazz de Montreux en Suiza, y en Viña del Mar, Chile. A través de sus canciones, muchos colombianos y extranjeros han descubierto un municipio enclavado en el sur del Cauca, lleno de historia, cultura y saberes ancestrales. 

Manuel Angulo, uno de los fundadores de la agrupación, recuerda cómo comenzó todo en 1999: "No teníamos instrumentos, así que aprendí a construirlos con las manos, observando y experimentando", dice, mientras sonríe rodeado de los instrumentos que fabrica en su taller. Hoy, su empresa emplea a 15 personas, incluidos su hijo y su hija, quienes también han heredado este conocimiento ancestral. 

"Nuestros instrumentos vienen de África, pero se adaptaron a las maderas y pieles de los animales que teníamos a la mano. Nunca dejamos de cantar ni de construir instrumentos", explica Manuel con orgullo. 

Timbiquí: un lugar por descubrir 

Timbiquí, como muchos otros municipios del Pacífico colombiano, ha permanecido aislado y ha sido afectado por la extracción de minerales y el conflicto armado. Sin embargo, con el apoyo del gobierno, se están abriendo nuevas oportunidades. A través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur, se están realizando inversiones y capacitando a las comunidades para posicionar el ecoturismo como una alternativa económica. 

 Gracias a estas iniciativas, la riqueza natural, cultural e histórica de Timbiquí puede ser compartida y apreciada por turistas nacionales e internacionales. Con estas intervenciones, se espera que el turismo se convierta en una de las principales fuentes de empleo y bienestar para las comunidades de este hermoso rincón del Pacífico. 

Gorgona: un paraíso escondido 

Si tomamos el río Timbiquí hacia el sur, el paisaje comienza a cambiar. Las orillas selváticas se abren paso y el agua del río se transforma en un azul profundo que nos guía hacia el océano Pacífico. 

Este recorrido nos lleva a la isla de Gorgona, un verdadero tesoro ecológico que, aunque ahora es un Parque Natural, fue en el pasado el escenario de una de las cárceles más infames de Colombia. Entre 1960 y 1985, los presos más peligrosos de la época cumplieron sus penas en este aislamiento forzado. 

Hoy, las ruinas de la cárcel se han convertido en un atractivo turístico, donde la naturaleza se ha apropiado de lo que queda: los micos tití saltan entre los árboles, las tortugas y los peces nadan cerca de las playas, y las serpientes, algunas venenosas como la talla x y otras como la boa constrictor, recorren la isla sin ser molestadas. 

Gorgona es uno de los pocos lugares en el mundo donde se pueden avistar ballenas entre julio y septiembre, cuando estos gigantes del mar surgen desde Chile para aparearse o tener sus crías. 

Timbiquí no solo es conocido por su música y naturaleza, también por sus guardianes de saberes ancestrales. Henry Torres, profesor y promotor cultural, define a Timbiquí como un lugar donde "ancestralidad, vida y progreso" se dan la mano. En este territorio apartado, los conocimientos tradicionales sobre plantas medicinales han sido clave para la salud de sus habitantes. 

 "Nuestros abuelos vivieron hasta más de cien años gracias a estas prácticas", comenta la profesora Luz Nery Flórez, quien trabaja junto a otras mujeres de San Miguel para fomentar el turismo, la artesanía y el bienestar de la comunidad. 

Una de las preparaciones más representativas es el curao, una mezcla de hierbas maceradas en viche, un licor artesanal de caña. Esta bebida tiene propiedades medicinales, desde aliviar problemas digestivos hasta mejorar la fertilidad. 

Guardianes de saberes ancestrales 

Recuperación ecológica:
el renacer de Gorgona
 

El proceso de recuperación ecológica de la isla no ha sido fácil. Durante los años de la cárcel, los presos deforestaron gran parte de la isla. Sin embargo, gracias al trabajo de los guardaparques y a la rica biodiversidad de la zona, la isla ha comenzado a regenerarse por sí sola. "La tierra aquí es tan fértil que las plantas crecen más rápido que nuestras plántulas", explica Corazón de Jesús Aguiño, guía de Parques Nacionales Naturales, quien ha vivido en la isla durante 37 años. 

Hoy, Gorgona es un destino ecoturístico único, ideal para actividades como el careteo y el buceo. En sus aguas cristalinas, los visitantes pueden nadar entre tiburones, tortugas, pulpos y cardúmenes de pargos, rodeados de los ricos arrecifes de coral que hacen de este un lugar excepcional para la biodiversidad.