Sabores
del Pacífico
colombiano:

un festín de sabores tradicionales

Por:
Diana González

Audiovisual:
Unidad Creativa Fontur

En el Pacífico el sabor se entremezcla con la ancestralidad, el ritmo de la música y la exuberancia de la selva.
El resultado es una gastronomía que invita a descubrirla.
 

En el Pacífico colombiano el sabor es mucho más que una simple combinación de ingredientes: es un reflejo de la ancestralidad, el ritmo vibrante de la música y la exuberancia de la selva tropical. La gastronomía de esta región es una invitación a viajar por sus tradiciones, a descubrir los secretos que se esconden en cada bocado y, sobre todo, a vivir una experiencia sensorial. 

El Pacífico colombiano es un estallido de colores, sonidos y, sobre todo, sabores. Su cocina es un crisol de influencias africanas, indígenas y españolas, pero también de la naturaleza misma que rodea la región: sus selvas tropicales, la fuerza imparable de sus ríos y la inmensidad del océano Pacífico. Cada plato cuenta una historia, un legado de los pueblos que habitan este territorio, y refleja la fusión perfecta entre la tierra, el mar y las tradiciones. 

La versatilidad de los mariscos 

No hay cocina del Pacífico sin mariscos. Desde la pesca fresca del día hasta los platos más elaborados, los frutos del mar son protagonistas indiscutibles. Entre las delicias más emblemáticas se encuentra el encocado de camarón, un plato cremoso con leche de coco, especias locales y una mezcla de sabores que te transportan directamente a la orilla del mar, donde el sol, la brisa y la tradición se encuentran.  

Otro plato tradicional es la cazuela de mariscos, una generosa mezcla de langostinos, almejas y pescado frito, todo ello bañado en una rica base de leche de coco y hierbas autóctonas. La cazuela es, en muchos hogares del Pacífico, sinónimo de encuentro, de celebraciones en familia o de aquellos momentos compartidos con los amigos al caer la tarde. 

El infaltable arroz con coco 

No hay comida pacífica sin arroz con coco. Este acompañante, de sabor ligeramente dulce y textura suave, es el compañero perfecto para casi cualquier plato. Con su aroma embriagante, el arroz con coco se sirve con pescado frito, patacones crujientes o carne guisada, y nunca falta en las mesas durante las festividades o reuniones familiares. Es un símbolo de hospitalidad, un gesto cálido que invita a quedarse, a compartir más tiempo en ese rincón del mundo. 

Una cocina con alma y ritmo 

Cada plato del Pacífico colombiano tiene su propia alma. Es imposible no escuchar en sus sabores el eco de las canciones tradicionales como el currulao o el sonido de la marimba. La cocina aquí no es solo una actividad, es una manifestación de identidad, de historia, de la memoria colectiva de una región. Los fogones son testigos de recetas transmitidas de generación en generación, conservando la esencia de una comunidad en la que la naturaleza y la cultura se entrelazan de manera profunda. 

Es una cocina con ritmo, como el de la gente que la prepara, llena de energía y color, de manos sabias que saben cómo darle vida a los ingredientes sencillos, transformándolos en manjares llenos de sabor y significado. 

Un territorio por descubrir 

Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar el Pacífico colombiano, no dejes de dejarte guiar por el sabor. Porque no hay mejor forma de conocer un lugar que a través de su gastronomía, y en esta región, cada bocado es como un viaje directo al corazón. Los sabores del Pacífico son un reflejo de su gente, de su historia, de su vida cotidiana y, sobre todo, de un territorio lleno de vida, cultura y tradición. Aquí, comer es un acto de pertenencia, un festejo a la vida misma, y la mejor manera de conectar con una región que sigue siendo, en muchos aspectos, un tesoro por descubrir.